miércoles, 28 de febrero de 2018


El pasado 20 de Febrero, los alumnos de 1º, 2º y 3º de Infantil, así como los de Primero y Segundo de Primaria de nuestro cole visitaron el pueblo del Alburquerque.
La idea era conocer su espectacular castillo y algunos lugares destacados de este bonito pueblo, como su barrio judío y su iglesia.

El día amaneció con un sol gigante, y bien preparados, con gorras y mochilas, partimos hacia Alburquerque en autobús:




En Alburqueque nos esperaba Eduardo, responsable de la Oficina de Turismo de la localidad. Él fue nuestro guía a lo largo de todo el recorrido.
Vestido como un guerrero medieval, nos acompañó hasta la entrada al barrio judío:





Una vez dentro del barrio judio, pudimos comprobar lo bien conservadas que están algunas viviendas.
¡Era como haber viajado a otra época!




Eduardo nos enseñó la Calle Derecha. Nos explicó que se llamaba así porque, a pesar de tener curvas, es la que subía "derecha" al castillo.








Llegando a la Iglesia, entramos en un pequeño cementario. Nos llamó la atención el tamaño de las tumbas. Hace cientos de años, los adultos no eran tan altos como ahora. Comían mucho peor, y eso hacía que crecieran menos.





Después, visitamos la Iglesia de Santa María del Mercado. Mirad qué bonita es:





En la Iglesia, Fray Eduardo nos explicó algunas tradiciones curiosas de la época del castillo. Como que cuando los aldeanos iban a la iglesia, tenían que sentarse a un lado las mujeres y al otro, los hombres. Creéis que nos hemos colocado bien?










Y, por fin, conseguimos llegar al castillo. Para poder entrar en el patio, tuvimos que cruzar dos puertas de madera, y ascender por varias cuestas. Entrar en un castillo no es fácil!










Antes de seguir visitando el majestuoso castillo de Alburquerque, Eduardo nos nombró caballeros a todos!












Y, como ya éramos caballeros, nos enseñó a luchar con la espada :)


Después, visitamos las mazmorras del castillo. Había un esqueleto, pero como valientes caballeros que éramos, no sentimos ningún miedo.





Una vez dentro del castillo, visitamos una sala muy curiosa: la "Sala del Secreto". Era una sala mágica, porque si te colocabas en una esquina, y hablabas muy bajito, cualquier persona que estuviera al otro lado de la sala podía escucharte.





Nos sorprendió mucho el tamaño de las almenas. Eran muy grandes.

Y de ahí, directos a la Torre del Homenaje:





Pasa salir de la torre, bajamos por una escalera de caracol:



Antes de irnos, vistamos la cocina del castillo (no se parece mucho a las de ahora):





Antes de irnos, pudimos ver una amplia muestra de las armas con las que los guerreros de la época defendían el castillo. Escudos, espadas, mazas, balletas... ¡Tenían de todo!












Fue un día muy bonito. Disfrutamos con la visita, y aprendimos muchas cosas nuevas.
Gracias desde aquí a Eduardo por contarnos tantas cosas, e implicarse tanto con los niños.


Si no lo conocéis, os animamos a ir a Alburquerque. ¡Merece la pena!

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